lunes, 10 de septiembre de 2007

MÁS PODER PARA LA JUNTAS PARROQUIALES

El sistema de elección de concejales y consejeros ha sido nefasto para las áreas rurales y aún para los cantones periféricos, porque las personas candidatizadas para desempeñar esas funciones han sido seleccionadas por las mafias adueñadas de las directivas provinciales y cantonales de los partidos.
Estas mafias tradicionalmente se han reunido entre 4 paredes para conformar las listas de candidatos, buscando incondicionales al director del partido o al alcalde o al prefecto, y, cuando había altas probabilidades de ganar la elección, los puestos en las listas se subastaban: tantos miles de dólares para ir en el primer lugar, tanto para el segundo, tanto para el tercero.
En la campaña electoral, para pagar la publicidad, hacer los afiches, pintar los murales, visitar los barrios con disco móvil, aguardiente y regalos, se tenía que gastar muchos miles de dólares, lo que estaba por completo fuera del alcance de todo ciudadano de modestos recursos económicos. Ningún hombre del pueblo podía acceder a esas funciones, excepto en los casos en los cuales el gerente propietario del partido se conseguía un títere capaz de hacer y decir en el Municipio todo lo que se le mandare.
Entre las consecuencias funestas de este sistema mencionemos dos: la corrupción de los elegidos que iban al seno de la institución a recuperar el dinero invertido en la campaña multiplicado varias veces, y, la utilización de los fondos públicos a favor de los sitios donde vivían o tenían sus propiedades los elegidos. Así se explica que la ejecución de obras de los municipios y consejos provinciales se haya concentrado en las capitales provinciales y las cabeceras cantonales, en tanto que las áreas rurales, que eran las más necesitadas, hayan permanecido desatendidas.
Si se llegare a mantener la forma tradicional de elegir concejales y consejeros se prolongaría indefinidamente en el tiempo la postergación de los habitantes de las áreas rurales. Esto tiene que cambiar radicalmente en la nueva Constitución. El Movimiento Político FRANCISCO CUMBICUS (FRANCUM) propone para ello un nuevo sistema de elección de concejales y consejeros, que garantice que los moradores de las áreas rurales vayan a estar representados en el Cabildo y en el Consejo Provincial.
Los concejales serán designados por los vocales de las juntas parroquiales rurales y urbanas del cantón, por mayoría absoluta de votos, de entre su seno y mediante elección secreta.
De igual manera, todos los vocales de las juntas parroquiales de la provincia elegirán de entre su seno a los consejeros provinciales, mediante votación secreta.
Así tanto los municipios como los consejos provinciales pasarán a control de ciudadanos pertenecientes a los estratos hasta ahora marginados del accionar de las entidades públicas, y por supuesto ellos sí trabajarán por los que más necesitan apoyo del sector público.
Otras atribuciones para incrementar el poder de las juntas parroquiales serán las de poder revocar el mandato de los alcaldes, prefectos y diputados luego del primer año de funciones; así los alcaldes y prefectos para asegurarse su permanencia en el cargo deberán dar atención preferente a las parroquias.
Lo anterior se complementará con la facultad de los vocales de las juntas parroquiales de elaborar ternas para la designación de jefes y tenientes políticos en las respectivas jurisdicciones, para que estos nombramientos no se sigan haciendo a dedo por el Gobernador o el gerente propietario del partido.
Esta filosofía comprende inseparablemente la lucha por la asignación de mayores recursos económicos para la ejecución de obras públicas por parte de las juntas parroquiales.
Para darles mayor poder a las juntas parroquiales VOTA POR CESAR CORREA y demás candidatos del Movimiento Francisco Cumbicus, lista 70.

viernes, 7 de septiembre de 2007